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Ya sean de color naranja, amarillo o de cáscara verde, nos encantan nuestras Clementinas y queremos compartirte por qué el color no es importante.
Cuando pensamos en clementinas, a menudo nos imaginamos frutas de color naranja brillante, y en el supermercado solemos elegir las primeras frutas de piel naranja impecable. Pero, ¿y si te dijéramos que, sobre todo al principio, las clementinas naranjas no tienen porqué saber mejor?
El mundo de las clementinas es mucho más variado de lo que parece a primera vista. En esta entrada del blog, profundizaremos en las Clementinas verdes, pero lo que sigue también es aplicable a otros cítricos como los limones o las naranjas.
¿Por qué algunas clementinas son verdes?
El color verde de la cáscara no significa que la clementina no esté madura. De hecho, las clementinas pueden alcanzar el grado perfecto de madurez cuando aún están verdes. La cuestión de la madurez depende de varios factores, como la variedad, el clima y el momento de la cosecha. Las clementinas verdes suelen tener una textura ligeramente más firme, pero no por ello son menos dulces o jugosas.
El cambio de color: ¿Por qué las clementinas se vuelven naranjas?
La piel de nuestras clementinas cambia de verde a naranja con el tiempo. Este cambio de color se produce cuando hace más frío en el exterior. Las bajas temperaturas nocturnas provocan una disminución de la clorofila de la cáscara y una mayor visibilidad de los carotenoides amarillo-anaranjados. La primera variedad de nuestras clementinas está madura a mediados de octubre, pero en los últimos años las temperaturas han sido demasiado altas en esa época para que experimenten su cambio de color.
El etileno también provoca la ruptura de la clorofila, lo que hace que los carotenoides sean más visibles. Sin embargo, en la agricultura ecológica no utilizamos gases de maduración para el tratamiento posterior, por lo que puedes encontrar fruta verde en nuestras cajas.
Fun Fact: en los países tropicales, donde hace más calor todo el año, el color de los cítricos no cambia realmente, y siguen siendo verdosos.
En conclusión, nos gustaría destacar que, aunque nuestras clementinas todavía estén algo verdosas, ya son deliciosas y agradables. Sobre todo al principio de la cosecha, es posible que encuentres más frutos verdosos en tu caja recién cosechada.
