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Hace poco compartimos por correo electrónico con las familias que han adoptado un olivo y les contábamos que hemos estado atravesando una sequía muy fuerte que nos ha cambiado incluso el carácter. Hemos decidido compartir también por este medio algunas de las acciones que tomamos en el cuidado de los olivos en Campillo de Julia y algunas reflexiones que tenemos, ya que hemos recibimos muchas respuestas de apoyo y algunos de vosotros nos han preguntado qué más se puede hacer para apoyar o incidir en esta situación.
A pesar de que el olivo es un árbol muy resistente y sobrevivirá la sequía, los árboles más jóvenes están sufriendo mucho y ralentizando su crecimiento. La verdad es que intentamos no agobiarnos demasiado y enfocarnos en hacer lo que está en nuestras manos, pero es difícil quitarse la preocupación de la cabeza viendo el campo tan seco.
Es cierto que son distintas las responsabilidades individuales de las responsabilidades que tenemos como agricultores y empresarios, pero aun así creemos firmemente que solo juntos podemos generar cambios y que cada acción es importante y suma a un proceso más amplio. No tenemos respuestas cerradas, más bien preguntas constantes: ¿Qué nuevas medidas puedo tomar para un cuidado y uso responsable del agua? ¿Qué podemos hacer para evitar la degradación de las tierras y aumentar la capacidad de retención del agua en el suelo? Para nosotros, la reducción del desperdicio alimentario es fundamental y todas las acciones que nos lleven hacia la implementación de prácticas regenerativas y una mejor gestión del agua. Os compartimos algunas:
Gestión del agua: estamos revisando y renovando las mangueras de riego para evitar cualquier pérdida de agua.
Reparación de paneles solares: los fuertes vientos de principios de abril volcaron los paneles solares que nos generan energía para bombear el líquido lixiviado de la compostera. Hemos reparado y reforzado la estructura para procurar que no vuelva a pasar. La compostera nos permite producir el abono para tu árbol a raíz del estiércol de las ovejas y de los restos de poda y aceituna.
Té de compost: como el compost no se puede absorber por parte de los olivos e integrar orgánicamente en el suelo si no llueve, vamos a preparar Té de compost para introducir los nutrientes a través de los riegos de apoyo. De esta forma podemos ayudar a los plantones pequeños para que sean más resistentes a estas condiciones tan adversas.
Caballos asturcones: hemos preparado una parte del olivar para poder tener caballos sueltos que nos ayuden a controlar la hierba y a generar más estiércol. Les hemos construido una cabaña en madera para que se puedan resguardar de la lluvia (que ojalá venga pronto).
Sembrar agua: no sabemos cuándo pero estamos seguros de que lloverá y probablemente llueva muy fuerte durante poco tiempo. Hemos estado preparando el terreno para retener la máxima cantidad de agua y que pueda penetrar en la tierra.
Nuestra responsabilidad como Naranjas del Carmen nos lleva a formar parte y generar debates, a compartir experiencias en este camino hacia la agricultura regenerativa y recordar siempre que nuestra forma de cultivo tiene consecuencias directas en la salud de las personas y en la fertilidad de nuestros suelos. Como personas individuales recordamos también que nuestras decisiones de consumo, de apoyo o de presión, pueden generar cambios. Podemos investigar sobre proyectos e iniciativas locales, difundir su trabajo y generar espacios donde conversar sobre la necesidad urgente de transformación en la cultura de consumo y en las formas de cultivo.
Estas son solo algunas acciones, sin embargo, aprendemos de la naturaleza todos los días a estar en constante movimiento y atención. Lo que significa cuestionar y revisar constantemente nuestras prácticas porque siempre hay más cosas que podemos hacer y siempre podemos mejorar.
