Tenemos varios miles de ayudantes en nuestros campos: las abejas trabajadoras.
Las abejas son indispensables para nuestro ecosistema y para los arbolitos de nuestros campos. Durante el último verano, muy caluroso, trasladamos las colmenas a las montañas de Burgos. Allí el calor era más soportable y había abundancia de plantas de aromáticas y herbáceas para que las abejas se alimentaran.
Nuestro objetivo es apoyar nuestra agricultura regenerativa con colmenas de abejas sanas, no con el máximo rendimiento de miel. La salud y la integridad de las abejas es claramente nuestra prioridad. Por ello, un apicultor cualificado se encarga de la instalación y el mantenimiento de las colmenas. Cada colmena es única y se percibe como un organismo independiente. Se requiere comprensión y muchos conocimientos para entender las distintas colmenas.
En este momento, las abejas revolotean entre nuestros almendros, que, con sus flores rosas y blancas ofrecen a las abejas una atractiva fuente de alimento. Nuestros almendros se encuentran principalmente en Altura (Castellón), en el Verger de Alicia, pero también en el Campillo de Julia. La floración de los almendros comienza en febrero, dependiendo de la variedad, y dura hasta abril. ¡El momento perfecto! Al fin y al cabo, nuestros primeros naranjos empiezan a florecer en abril y entonces nos alegramos de dar la bienvenida a las abejas aquí, en Bétera.
En el fondo, son nuestros polinizadores más importantes. Otros insectos y el viento ayudan en la polinización, pero sólo hacen una pequeña parte del trabajo. Por eso dependemos de nuestras abejas y les estamos muy agradecidos por su duro trabajo. Siempre dejamos suficiente miel para la colmena, de modo que sólo tengamos que alimentarlas en situaciones excepcionales. Las situaciones excepcionales pueden ser una infestación sorpresa de avispas, como el año pasado, porque en este caso las abejas no salen de su colmena y tienen que sobrevivir con sus reservas.
Esperamos con impaciencia la llegada de los días primaverales, de las abejas y de todos los demás insectos que se sienten como en casa entre nuestros naranjos. Si cerramos los ojos, podemos oír a todo tipo de criaturas revoloteando en nuestros campos y damos gracias a la naturaleza por todo lo que nos da. 💛🐝