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Ofrecer las colmenas en adopción nos permite aumentar la población de abejas y al mismo tiempo obtener una miel con valores especiales en línea con nuestra filosofía.
La miel es para las abejas: el objetivo de las abejas no es producir miel para los humanos. Las abejas producen miel para poder alimentarse cuando fuera la comida escasea. Sin embargo en nuestra mano está que haya excedente de miel cuidando el entorno y favoreciendo la existencia de flores. Si las abejas viven en un lugar con buena floración, podrán obtener néctar y polen durante todo el año y nosotros podemos disfrutar del excedente de miel que nos regalan.
Con el modelo de adopción de una colmena hay un compromiso entre las tres partes que participan:
- El Crowdfarmer (o consumidor): adopta una colmena pagando una cantidad fija
- Nosotros (los apicultores): con el dinero que recibimos de las adopciones podemos asegurar la producción de una miel de forma sostenible para el entorno y para las abejas. Con este método de adopción, nuestra motivación no es producir mucha miel sino cuidar a las abejas y crear un oasis de plantas para que extraigan polen y néctar.
- Las abejas: a cambio de cuidarlas y de proteger su entorno (libre de pesticidas y herbicidas), las abejas nos ceden parte de su cosecha en forma de miel.
En la medida de lo posible no alimentamos a las abejas durante el invierno. Los años de mucha sequía con de poca floración traemos un alimento ecológico especial para las colmenas más débiles.
Trabajo local, impacto global: la apicultura siempre ha sido una actividad local pero que se ha beneficiado de tener una comunidad global (antes incluso de que existiera internet). Podemos encontrar apicultores en cualquier parte del mundo y aunque cada uno tenemos nuestra forma de hacer las cosas, solemos compartir conocimiento y experiencias entre nosotros. En cada región del mundo se produce una miel diferente en función de las plantas que encontremos en el entorno. Es un producto que desde siempre ha traspasado fronteras por sus buenas condiciones para ser transportada y porque la miel pura no caduca.
Miel y sólo miel de un sólo origen: la rápida globalización también ha afectado a los apicultores. El intento por convertir este producto en un “commodity” ha desgastado mucho la buena fama que tenía la miel. La mezcla de mieles ha obligado a la Unión Europea ha legislar el etiquetado para que los consumidores sepan de dónde viene su miel. Además de crear un canal de venta directa, el Crowdfarming permite ponernos cara y ojos a los apicultores y saber exactamente de dónde viene la miel. Es un sistema que permite llevar la trazabilidad a su máxima expresión: no sólo asegurar el país o la región de origen, sino comprarla directamente al apicultor y asegurar el origen del colmenar de donde viene tu miel.
- Miel de azahar: en nuestra huerta de cítricos las abejas son muy protagonistas y necesarias para nuestra producción de naranjas y mandarinas. Polinizan las flores de azahar de los naranjos y mandarinos que cultivamos evitando el uso de pesticidas y herbicidas.
Impacto ambiental del transporte de la miel a las personas que adoptan una colmena: nuestra conciencia ambiental nos hace preocuparnos no sólo de la producción de la miel de forma natural sino del material de embalaje y de su transporte hasta destino. Rellenamos la miel directamente del panal en botes de vidrio y los enviamos en cajas de cartón reciclado (sin plásticos). Transportamos los paquetes con la miel de tal forma que recorran la mínima distancia posible: desde el panal hasta la casa de las personas que lo van a consumir, sin pasar por tiendas ni almacenes intermedios. Agrupamos la mercancía de varios envíos para que el impacto ambiental sea mínimo. Nuestro objetivo es que la única forma de que consumas una miel que su transporte polucione menos que por el canal Crowdfarming sea sólo poniendo una colmena en la ventana de tu casa o comprarla a tu vecino. ¡Ojo! Ir en tu coche a comprarla a un apicultor puede contaminar incluso más ;-). Ver colmenas disponibles.
