La miel es un producto muy consumido en casi todos los países del mundo. Su comercialización supone por lo tanto una fuente de ingresos importante para muchas economías. Este incentivo económico sea probablemente lo que da lugar a prácticas de fraude entre algunos distribuidores para las que tenemos que estar preparados. Estas son las más comunes:

1. Adición de agua en la miel para aumentar la cantidad y bajar el coste del producto terminado.
2. A este primer fraude le suele acompañar la adición de azúcar sintetizado. Nada que ver con la fructosa y glucosa naturales presentes en la miel pura.
3. Fraude en el etiquetado que engaña al consumidor confundiéndole sobre el origen real de la miel. ¡Envasado en España NO quiere decir que la miel provenga de España!

Estas técnicas fraudulentas afectan a los consumidores que consumen una miel de baja calidad que ha perdido muchas de sus propiedades. Afectan también a los apicultores porque desprestigian su esfuerzo y les hace competir en precio con un producto que no tiene nada que ver con el de la miel pura recién extraída de los panales. La apicultura da trabajo a muchos autónomos que viven en el medio rural de países desarrollados, son ellos los que soportan la población de abejas en zonas donde viven amenazadas.

¿Sabías que …?

1. La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es uno de los métodos más modernos para analizar los alimentos y es sin duda uno de los métodos más eficientes para detectar posibles fraudes.

2. La miel puede fermentarse y convertirse en alcohol. El hidromiel es una bebida alcohólica que se produce a partir de la fermentación de la miel. Se considera una de las primeras bebidas alcohólicas que consumió el hombre con una graduación entre los 10º y 15º. Muchos historiadores la consideran la precursora de la cerveza.

¿Cómo detectar si una miel ha sido adulterada?

Antes de abrir el bote

• La miel pura se puede cristalizar, “hacerse dura” por factores como la humedad o la temperatura. Sin embargo la mayoría de mieles impuras han pasado por un proceso de pasterización que impiden la futura cristalización.
• La miel pura puede contener impurezas naturales como restos de polen o micropartículas de cera.
• La miel que NO es pura suele generar espuma

Después de abrir el bote

• La miel pura tiene un olor mucho más fuerte de la miel que no lo es.
• Al probarla directamente la miel pura suele causar una pequeña sensación de ardor en la garganta.
• Derrama un poco de miel en papel. Primera observación: al derramar una miel pura suele caer de forma uniforme y no en capas. Segunda observación: si al cabo de un tiempo se produce humedad alrededor de la miel, se trata de una miel impura.

El mejor consejo para asegurarnos de que estamos adquiriendo una miel pura es que la compremos directamente al apicultor.